Festival

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Artistas, Facultad de Comunicación, Fcom, Festival de Aficionados, UH, Universidad de la Habana

A todos los feconianos.
A los de antes, los de ahora
y a los que vendrán.

Por: Darío Alejandro Escobar

El Festival de cultura es el momento más importante del año para los estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Una tradición que se transmite en eufóricas reuniones amenizadas por elixir y anécdotas. Se trabaja todo el año llevando el papeleo y fichando muchachos y muchachas para lo que hace falta. Todos son útiles, todos tiene voz, todos pueden construir o aportar. Días antes del suceso empieza la vorágine de noches sin dormir, estrés. Hay que proponer temas, ensayar coreografías, ajustar el guión, recoger las fotos, cuentos, poemas, ensayos, supervisar los proyectos comunitarios, acumular las discusiones en Cafeteras y también las cantatas en la peña Atrapando Espacios. Armar la escenografía. Toda una locura, pero una locura muy linda. Hace unos días presencié mi séptimo Festival de Cultura, llegué tarde porque trabajaba, esta vez no pude ver ni el openning, no colaboré como años anteriores, no bailé, no canté, no filmé, no escribí, no hice nada salvo joder, aportar algunas ideas y mirar. O mejor, admirar. Nada más. Pero estoy muy contento. No hice falta. Todo salió muy bien. Los nuevos muchachos, junto con la guía de una vieja guardia –de la que se despiden algunos- supieron montar un show agradable y reflexivo, coherente, -de pensamiento pero sin dejar de divertir- sobre uno de los conflictos más importantes de Cuba en toda su historia: la emigración. Alicia en aquel lugar, versión libre y cubana sobre el cuento infantil de Lewis Carrol fue un éxito. Mis felicitaciones. Los que me conocen saben que durante mucho tiempo viví intensamente la cultura de la facultad. Durante mi etapa estudiantil fue una obsesión. No obstante, ya es hora de irse retirando. Será un proceso paulatino, pero será.

Gracias muchachos por hacerme feliz.